Aquí van 10 ideas destacadas que no debemos olvidar si queremos ofrecer una web fácil de usar.
– Claridad de objetivos. Debemos comunicar de forma inmediata el propósito del sitio. En el caso que existan varios objetivos, éstos no deben mezclarse, sino comunicarse por separado.
– Orientación inmediata. Hay que informar al usuario de su situación y de lo que sucede en todo momento. El sitio debe decirme dónde estoy, qué pasa si estoy en un proceso y adónde puedo ir o qué puedo hacer.
– Adaptar el diseño a los usuarios. Es fundamental adecuarse a la estructura mental del usuario y a la lógica de la información para que la forma de operar del site se entienda sin mayor esfuerzo. ¿Cómo? Presentando contenidos de forma lógica, utilizando iconos y botones claros, un lenguaje simple, conceptos familiares…
– Favorecer el reconocimiento. La memoria humana tiene una capacidad muy limitada para recordar espontáneamente, pero una gran capacidad de reconocer lo que ha visto anteriormente. Por ello hay que recordarle al usuario sus elecciones, acciones y preferencias, con el fin de evitar que tenga que recordar información de páginas previas para interactuar con el site.
– Dar el control al usuario. El usuario debe controlar en cada momento el proceso de navegación, sin interferencias. Cuando siente que no tiene el control pierde confianza en el sitio, algo que es crítico. Esto implica, por ejemplo, ofrecerle la posibilidad de modificar cualquier paso de un proceso, no iniciar de manera automática acciones que el usuario no ordene explícitamente, no utilizar animaciones que no controla, etc.
– Consistencia y estándares. Hay que asegurar la consistencia interna de un site, apoyándonos en los estándares. La información debe organizarse y mostrarse de manera parecida en cada página. Las áreas de navegación, herramientas de búsqueda y controles deben seguir los estándares comunes del mercado para que el usuario encuentre fácil el camino.
– Prevenir errores gracias al diseño. Hay que prevenir errores antes de que se cometan. Por ejemplo, marcando claramente los campos de un formulario, haciendo que nuestro motor de búsqueda tolere errores tipográficos, dando ejemplos de cómo introducir información en campos problemáticos, etc.
– Flexibilidad y eficiencia de uso. Debemos optimizar la interacción con los usuarios independientemente de sus características y necesidades. La página no debe requerir información ya solicitada en páginas anteriores y deben existir atajos para realizar operaciones frecuentes. Hay que tener un objetivo en mente: ¡Más rápido por favor!
– Información y diseño minimalista. Hay que evitar información o gráficos irrelevantes. Cada elemento debe distinguirse claramente del resto e, idealmente, todo debe estar al alcance de un clic. El texto debe ser fácil de leer y estar bien organizado.
– Eficacia de los mensajes de error. Hay que informar de los errores de forma comprensible y proporcionando ayuda para solucionar problemas. Debemos comunicar la causa de un error alejándonos del lenguaje técnico y de manera que se pueda evitar su repetición en el futuro.